MONTEMOREL- CROSS: HECHO SOLO PARA CAMPEONES
Por Joel Mancinas.
21 de Febrero 2016, Montemorelos, Nuevo León.
La segunda edición de esta disciplina de Maratón de Montaña estaba ya en anunciada por Esport.
La adrenalina de los corredores subía inversamente proporcional a la fecha de la justa. Los nervios de punta, las mariposas en el estómago y el insomnio acostumbrado la noche anterior a la carrera ya se están haciendo parte de la experiencia del MTB.
La hora de arranque obligó a la mayoría a madrugar: 5:00 a.m. como máximo para brincar de la cama, preparar la salida y arrancarse en tropel por la Carretera Nacional atiborrada de carros y camionetas con apéndices de plástico y metal colgados de cajuelas y techos cargando preciadas bicicletas limpias, aceitadas y listas para la competencia…. Paradas técnicas en gasolineras y oxxos para el abasto, el café mañanero o simplemente para descargar los nervios en los sanitarios públicos. Todo también parte del folklor de este amado deporte.
Siempre me he preguntado qué es lo que motiva realmente a hombres y mujeres, y sus familias muchas veces, a hacer algo que no es normal. Levantarse antes que el sol, cargar cosas en los coches como si se fueran a cambiar de casa, gastar en gasolina de ida y regreso, la comida, la inscripción y todo lo que se nos atraviesa en el camino….
La única respuesta que he logrado encontrar es que no somos normales…. Que lo que hacemos va más allá de cualquier lógica o común denominador. Siempre que al día siguiente en los trabajos o familias platicamos lo que hicimos el domingo anterior, las miradas de admiración o reproche no se hacen esperar…
Al final de cuentas, la principal motivación para todo esto, es el reto de poder vencernos a nosotros mismos… creo que nos hemos vuelto adictos a las endorfinas que este deporte increíble nos genera.
La salida se retrasó un poco. Muchos corredores hacían fila para bombardear al personal de eSport en un afán desesperado de inscribirse antes que la melodiosa voz de Anel llamara “A fromación! Chicooos!”… pero una vez que en la fila ya no quedaba nadie, amarillos, verdes, grises y azules nos acomodamos en orden aritmético de salida…. De los menos a los más.
Y cada grupo arrancó desde una de las plazas más bonitas de Montemorelos… de esas que hay en los pueblos llenos de gente buena, con una iglesia pintorésca y sus casas campiranas….. con ese aire de tranquilidad que se respira y nos llena los pulmones recargándolos para poder regresar con una sonrisa a nuestra contaminada Ciudad.
La salida fue organizada… los 3 kilómetros de calle, con una pizca de terracería, sirvió para que los grupos se definieran. Ese pequeño tramo de 3k parecía sacado de una competencia de ruta…. La cadencia de los corredores se observó desde el principio. No cedía nadie su lugar… leves revases, pero nadie se puntaba la escapada… nos mantuvimos discretos… pero, apenas se terminó el pedazo de carretara que pasa al lado de la acequia… los más fuertes despegaron en una explosión de piernas sobre la bicicleta…. Cuerpos en vaivén parados sobre maquinas poderosas iban jalando literalmente al grupo.
La pista de Montemorelos es una verdadera delicia visual. Los caminos, paisajes, poblados, ríos, y bosques por donde pasa llenan el alma de olores y la mirada de formas que se graban a cada metro que se avanza, pero no es una pista fácil.
Desde la convocatoria. Siempre que una pista de maratón no rebasa los 65 kilómetros en su categoría más grande, quiere decir que la pista no será sencilla.
65 kilómetros de cambios desgastantes de ritmo. 65 kilómetros de brincar piedras bola, surcos, terreno irregular y llena de subidas y bajadas que destrozaron las piernas de más de uno (incluidas las mías.)
Las velocidades fluctuaron entre los 8km/h en la subidota después del rio… hasta los cas 50 km/h de la bajada que está después y antes de llegar al tanque de agua.
Los caminos no eran precisamente planos. Irregularidades que te hacían saltar de un lado a otro. Piedras sueltas que volaban disparadas a alta velocidad cuando la rueda del que iba delante de ti la “mordía” rebotando en tu bici, en tu pierna o en tu espinilla.
La cereza del pastel, era la bajada del surco, esa que está después de brincar la carretera a Bioparque.
Muchos la conocimos semanas antes, y desde entonces ya sabíamos que sería una cobradora de caídas excepcional. El surco que partía en dos mitades esta bajada, simulaba una enorme sonrisa con tintes de carcajada burlándose de los que osaron desafiarla y terminaron mordiendo el polvo.
Revolcones, cortadas, raspones… cicatrices que quedarán para marcar la diferencia entre alguien que le gusta la vida y los que prefieren que pase ante sus ojos en 40 pulgadas y HD.
Y apenas salías de esa bajada, el rio frio te devolvía a la vida por un segundo haciendo malabares para no caerte en medio del espejo de agua, ni tampoco en la rampa de cemento que está al lado, sobretodo porque los fotógrafos que se apostaron en ese espacio solo estaban esperando la mejor caída para la mejor foto…. De esas que ganan concursos por estar en el momento preciso y el lugar inesperado.
Correr Montemorelos es una experiencia combinada entre un maravilloso Maratón y una carrera de Cross, con la misma demanda técnica para las bajadas y las subidas.
Aquellos que lograron el reto de terminar la carrera, disfrutaron de una de las mejores pistas de Maratón…. Con una pequeña observación…. No me gustan los “loops”..!!!!
A mi en lo personal me matan las vueltas…. Por eso los 24 horas no son para mi. Después de la 5ta vuelta ya estoy mareado.
En mi caso, la primera vuelta estuvo maravillosa. Buen ritmo, buen desempeño, 2 caídas de cadena, una parada técnica para ir al “baño” y la felicidad enmarcando mi rostro… hasta que llegué al final de la primera vuelta y uno de los bandereros que estaba en el entronque de grupos me señaló con una senda sonrisa: “amarillo!!! Dale para tu derecha!! Ya nada más le das otra vuelta y terminaste!!”….. Quéeeee!!!! ¿otra vuelta!!!?.... no era posible!! Es como si me hubieran desinflado el ánimo… el terror psicológico se apoderó de mi y mi instinto me decía que me devolviera, que solo iría a sufrir… pero afortunadamente, le he hecho poco caso a mi instinto, de lo contrario estaría viendo los domingos Netflix y comiendo barbacoa.
Terminé la carrera con el puro vuelito. Con las piernas exigiendo a gritos detenerme para poder recuperarme…. Pero el solo hecho de saber que la meta estaba cada vez más cerca, logró que el ánimo me impulsara a terminar.
Cerramos fuerte en el último kilómetro de carretera, muchos dando el esfuerzo extra para que el competidor de al lado no nos quitara el posible pódium, o al menos no llegara antes que nosotros… cierres espectaculares, pero muy divertidos.
La organización de Rafa y sus verdecitos fue impecable!... los puntos de hidratación suficientes, la colocación de ligas en su sitio, los bandereros mejor entrenados. Creo que cada vez se va viendo más el por qué cobra lo que cobra eSport. Muchas gracias a esa gente que cada domingo logra que nuestra ruta de competencia sea más divertida, más segura y mejor marcada…. Definitivamente, sin ustedes muchos de nosotros aun estaríamos en la pista buscando el retorno.
Gracias!!!
Y a las autoridades de Montemorelos.... muy agradecidos... muy agradecidos... y muuuy agradecidos!!!.... excelentes anfitriones y la presencia del área de Deportes durante todo el evento.
Esto del MTB es una de las experiencias de vida que más me han dejado aprendizajes.
Me ha enseñado que la vida es un solo sentido, que la vida es un camino lleno de obstáculos, irregularidades del camino, subidas dolorosas y bajadas peligrosas… pero que cuando te haces acompañar de seres tan locos como tú, y recorrer esta vida con una sonrisa…. siempre será una aventura con horizonte…. Con meta…. Con sentido.
Felicidades a los que corrieron MontemorelCross…. Nos vemos la siguiente, donde lo que importará es que llegues a la meta… eso ya te hará ganador.... como hoy.
Por Joel Mancinas